lunes, 14 de febrero de 2011

Reflexión: Poder del pensamiento

En la columna que comparte Gonzálo Gallo, en el diario económico colombiano Portafolio, me encontré esta semana con una muy buena reflexión llamada El poder del pensamiento.  En este texto se nos invita a cambiar nuestros pensamientos negativos por pensamientos constructivos, con la máxima de que cada persona contruye su vida, su profesión, su labor y su vocación de acuerdo a los pensamientos, ya sean buenos o malos,  que tarde o temprano se transforman en acción. Les comparto esta meditación que si la leemos y practicamos a diario, hará de nuestro camino, una travesía llena de los más prometedores paisajes.

"Una de las cosas más valiosas que puedes hacer para mejorar tu vida es identificar tus pensamientos básicos. También se llaman ‘pensamientos raíz’, y de ellos brotan todos los frutos que a diario cosechas, útiles o dañinos. Mientras tengas un pensamiento raíz bloqueador, tus esfuerzos por cambiar serán estériles, como ya lo habrás comprobado.

Un gran regalo para tu vida y tu mejoramiento es hacerte consciente de tus pensamientos inconscientes. Si eliges estar alerta caerás en la cuenta de tantos pensamientos que te impiden lograr lo mejor: todo me sale mal, soy un fracaso, Dios no me oye, la vida es complicada. Y la lista puede continuar: soy un lío, soy un perdedor, no puedo, a la vida se viene a sufrir. Cada pensamiento es una energía poderosa y sutil que crea exactamente lo que dice. Así, sin darte cuenta, tú mismo te conviertes en el artífice de la vida que supuestamente no te gusta. Tus pensamientos negativos son toxinas y necesitas cambiarlos por pensamientos de amor, paz y felicidad. Quien piensa mal corre un alto riesgo de enfermarse. Elige estar alerta, piensa en positivo y persigue tus sueños con pasión.

Hay dos palabras con un poder superlativo, formidable, portentoso; esas dos palabras son: ¡yo quiero! Hacen magia, hacen milagros cuando de verdad salen de tu íntimo ser y las dices animoso y convencido. No hace falta que las verbalices ya que, incluso sin hacerlo, son un pensamiento lleno de poder, es energía y todo pensamiento es creador.

Aprende a diferenciar cuando quieres algo con ganas, y cuando lo piensas o lo dices sin fuerza, sin comprometerte. Cuando pienses o digas “Yo quiero”, que sea con pasión, que es el motor de las grandes acciones. Un sabio decía que pasión es el amor en acción, es tener fuego en el corazón y convertir los deseos en hechos. Piensa y expresa decidido “yo quiero”, hazlo una y otra vez, actúa y te sorprenderás con los resultados.

Tu vida depende de tu respuesta, no de las circunstancias por más adversas que se presenten. Por lo mismo, asume todo con amor y enfrenta los hechos con entrega, coraje y persistencia. Cuando estás en paz nada ni nadie te aparta de Dios y de su amor, te adaptas a la realidad y te superas. Al cambiar tu programación cambias la realidad y la aceptas sin juicios y sin falsas exigencias. Piensa lo mejor y tu atmósfera será radiante y apacible. "1

Tomado del diario Portafolio.

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